El senador Marco Rubio asomó en San José con un fardo de adulaciones y chantajes para el Presidente Luis Guillermo Solís y el Mandatario electo Carlos Alvarado.

Utilizando como excusa la entrega de naves para los servicios de Guardacostas y vigilancia aérea del país, se presenta como el principal vocero de Estados Unidos para América Latina, y como promotor de las políticas del Departamento de Estado en la región.

Luis_Guillermo_Solis

En una gestión antojadiza que más parece la usurpación de funciones del Departamento de Estado, este cernícalo impulsor de la práctica intervencionista de las aves de rapiña de Washington viene a fomentar la estela terrorista con la que han empañado el clima político regional y atizar el conflicto, desestabilizar y extender la hostilidad, contra naciones soberanas y gobiernos legítimos.

Este mercader de la política exterior de EE.UU. extrajo de su talego un burdo condicionamiento de apoyo a Costa Rica en torno al enfrentamiento al narcotráfico, como reembolso por el no reconocimiento del gobierno costarricense de las elecciones del 20 de mayo en Venezuela.

El senador de las mafias cubano-americanas impulsa el plan de un «gobierno de transición», que canjee la República Bolivariana de Venezuela, e implora perdón de la Casa Blanca a los golpistas.

Sin embargo, Costa Rica rechazó establecer una moratoria migratoria a Venezuela.

Fuentes tangibles nos revelan que este mercenario del Senado yanqui en privado emitió criterios negativos alrededor del presidente Trump, en un afán por congraciarse con los jerarcas costarricenses. A la vez, reafirma que se está planeando cercar a Venezuela, en franco irrespeto del derecho internacional.

Además, dichas fuentes anónimas; confirman que Marco Rubio aseguró que EE UU está detrás de la violencia que pretende la desestabilización del gobierno de constitucional de Nicaragua.

Despierta suspicacias la ausencia total de críticas a las condiciones de inseguridad ciudadana, las crisis humanitarias, de persecución y despotismo que los regímenes de Honduras, México, Colombia y Guatemala desencadenan sobre sus pueblos, lo que denota la agenda injerencista contra la República Bolivariana de Venezuela y Nicaragua.

Distintas agencias de prensa indicaron que Marco Rubio se desbocó en gratificaciones verbales y elogios al presidente Solís Ribera, por el liderazgo de Costa Rica, en el denominado «Grupo de Lima».

En un alarde de hipocresía el sombrío heraldo argumentó que el «Grupo de Lima», es una opción más efectiva en la estrategia del Departamento de Estado hacia Latinoamérica y El Caribe, que vendrá a sustituir al desprestigiado Luis Almagro. Por lo que parte de su misión es ir preparando su salida.

En su infortunio este ruin procónsul busca apoyo desesperado a su candidatura presidencial. No obstante, esa temeridad marrullera le hace perder la percepción del riesgo político por su talante repulsivo hacia los gobiernos de América Latina.

En el escenario político interno el tema de la contención en el uso de armas de fuego le está dando dolores de cabeza, ya que, la «Asociación Nacional del Rifle» (NRA) de Estados Unidos está apoyando su carrera electoral. Esta situación está entorpeciendo la ruta a la candidatura a presidente de Marco Rubio. El senador se revuelve en su desgracia intentando mejorar rápidamente su imagen.

El electorado se ha mostrado disconforme con su posición ambigua en los temas migratorios y de la portación de armas.

En Estados Unidos le cuestionan a Donald Trump que confiriera al senador Rubio la política externa hacia Latinoamérica y El Caribe, restándole protagonismo al Departamento de Estado.

Lo que se está demostrando con las aventuras y delirios de Marco Rubio, es que este pistolero empuja al fracaso la estrategia de EE.UU. contra América Latina.

Informaciones veraces han filtrado que Marco Rubio forzó las reuniones con los mandatarios costarricenses. Reseñan que dejó muy mala impresión tanto en Luis Guillermo Solís como en Carlos Alvarado, porque, vieron en el ocurrente emisario a un individuo presuntuoso y de poca cultura política.

Además, se ha señalado que causó molestia debido a los condicionamientos al nuevo presidente de Costa Rica.

En conclusión la insolencia del chantaje y  la contumelia del halago para conseguir fueros políticos, con el propósito de agredir a Estados soberanos de la región y promover soporte a golpes de Estado, invasiones e injerencia política contra naciones hermanas, con las que Costa Rica mantiene relaciones estables, le ha salido mal a Marco Rubio; senador republicano de la gusanera de Florida.

Oscar Barrantes Rodríguez

San José. Costa Rica – Mayo 4 de 2018